sábado, 9 de septiembre de 2017

Demogan ANALAC no debe cerrar

Casi nunca coincidimos con ANALAC.
Ser cultores del desacuerdo, es razón de ser de DEMOGAN.
Respetar y proteger a nuestros contradictores es fortalecer la democracia.
Una institución que ha estado presente en la ganadería colombiana durante 61 años, merece toda nuestra consideración y respeto. En las instituciones serias, hay debates internos que fortalecen y en ocasiones amenazan la continuidad de las mismas. Las diferencias que puedan existir hoy entre sus agremiados no es el propósito de esta nota. Nuestra única intención, es llamar al país lechero para que sostenga la antorcha de una institución que la ganadería necesita, que el país requiere, que la industria demanda.
Disentir es un ejercicio que fortalece. Gracias a nuestras diferencias de conceptos, Demogan ha explorado nuevas maneras de presentar ideas y por eso le agradecemos al gremio más antiguo de ganaderos, qué con sus críticas, nos exija de manera permanente, para que fortalezcamos nuestros argumentos.
Con Carlos Alberto Estefan, nos separan las ideas, pero nos une la caballerosidad y el interés por el bienestar del ganadero y de la cadena. Lo respetamos y lo combatimos, y así esperamos que continúe siendo.
Al igual que DEMOGAN, ANALAC se ha movido en la austeridad desde siempre, la diferencia es que ellos llevan 61 años y nosotros tan solo cinco.
Tenemos discrepancias cuando hablamos de modernización de la ganadería, o de educación continuada, de comercialización, de ciencia, en fin, de muchas condiciones que deben estar latentes y ser lugar común de todos los gremios ganaderos.
El problema entendemos es presupuestal. Estamos seguros qué de los dineros del Fondo Nacional del Ganado, puede existir un apoyo, no un subsidio (No nos gustan los subsidios), para que ANALAC continúe siendo un gremio importante. No se trata de acabar con lo que hay, sino de fortalecer lo que tenemos.
El dinero que sugerimos se le entregue como préstamo no reembolsable y hasta por dos años de funcionamiento, exigiría que en 24 meses presenten propuestas para ser autosostenibles. Los gremios deben serlo, esa continuará siendo otra razón para los desencuentros con todos nuestros contradictores, que piensan que la gremialidad debe ser mantenida por gobiernos, fondos o agremiados. Estamos convencidos, que no se pueden hacer propuestas de productividad, si no somos capaces de serlo.      
ANALAC, debe entender todo el país lechero. No quedarse en el centro del país.
Viajando por el país, nos damos cuenta que, a esta respetable organización, la perciben como un emprendimiento de lecheros del centro. No tienen presencia en el eje cafetero, tampoco en Antioquia o la Costa, mucho menos en departamentos de alta producción como Caquetá, el Valle o el Cauca.
Demogan, aboga por que el gremio se modernice y proponga una política lechera de fondo, en diálogo abierto no solo con sus asociados, sino con todos los lecheros y las industrias.
Las juntas de los comités, las asociaciones y los gremios, deben ser nombradas democráticamente sin excepción. Estas organizaciones no pueden ser lugares de exclusión, sino donde se aliente la participación y el diálogo.

Coletilla: Cuando esto escribimos, aún está el Santo Padre visitando Colombia ¡¡¡Que lección de inclusión, humanidad y reconciliación nos ha dado!!! Desde luego esperamos que quienes se autodefinen como líderes, tengan el valor de dejar a un lado sus diferencias e inicien cuanto antes, un diálogo fraterno.  

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