domingo, 27 de agosto de 2017

Demogan Seguimos sin entrar al siglo XXI

El exministro de hacienda Rodrigo Botero Montoya, escribe en El Colombiano de Medellín, un artículo que hace referencia a la modernidad del agro. Les compartimos el último párrafo:
“Fedesarrollo y la Universidad EAFIT han hecho un valioso aporte a la discusión del proteccionismo agrícola, con el documento titulado Política Comercial Agrícola: Nivel, Costos y Efectos de la Protección en Colombia, elaborado por investigadores de ambas instituciones. Al calcular los beneficios que se obtendrían con la eliminación de las barreras arancelarias, encuentran que ‘la sociedad está sacrificando el 1.46% del PIB y los hogares estarán dedicando entre el 0.9% y el 3.4% de su ingreso a pagar los costos de la protección brindada a los sectores agrícolas y agroindustriales’. Este documento será de gran utilidad para quienes enfocan la política agropecuaria tanto desde la perspectiva de la eficiencia económica como desde la de equidad social”
Como pueden ver, este artículo, coincide con las preocupaciones que por estos días tenemos los lecheros.
El año pasado en la asamblea de la ANDI, el exministro de agricultura José Chlimper del Perú, hizo referencia a su gestión donde abrió las importaciones y fortaleció la agricultura peruana.
Desde Demogan, donde solo se publican artículos consensuados entre los pocos que somos; nunca opiniones personales, creemos que en la medida que no abordemos los temas ganaderos con seriedad y apertura, no vamos a ser capaces de ser respuesta a la seguridad alimentaria que requiere la región.
¿Qué nos falta para entrar al siglo XXI? La lista puede resultar extenuante, además de imposible de presupuestar. Nos atrevemos a ofrecer algunas respuestas: Vías terciarias (Ya se presupuestaron $1’26 billones para 2,600 kilómetros nuevos y reparar 11,683 kilómetros de los 142,284 kilómetros totales) energía rural, reforzar la investigación que lidera Corpoica y su excelente director, tener un ICA sin política ni políticos para mejorar entre otras la sanidad, seguridad en los campos, democracia gremial y moderna, mejoramiento genético, acopio asegurado y transparente para los campesinos, cadena de frío, agendas sin cartas ocultas, agricultores presenciales, créditos ágiles, cuidadores del agua y ojalá, silvicultores convencidos. Seguramente nos faltan más cosas para incluir.
Alberto Castillo Losada, dice sin filtros que es conveniente erradicar la mendicidad de los gremios; previo a escribirlo, pedimos su autorización para incluirlo en este escrito. Esta dura afirmación, no tiene por objeto atacar, sino invitar a la reflexión. El ejemplo más cercano de esa mendicidad, es la urgencia que tienen hoy por que se señale a quien le darán el Fondo Nacional del Ganado, sin importar lo preparados que están unos y otros. Entrar al siglo XXI exige no aceptar privilegios, sino reconocer con respeto las propuestas y decisiones democráticas de la mayoría.
Abrir las puertas del mercado de la leche de par en par, debilitaría de manera grave a los ganaderos y llevaría a la ruina a las industrias. Continuar haciendo lo mismo, afecta el poder adquisitivo de la población, mejora las exportaciones de los países que hoy le venden a Colombia y fortalece la informalidad. Como pueden ver, es por evitar el debate en torno a temas como este que hoy planteamos, que todos los días nos respira más cerca el fantasma de la improductividad.
El siglo XXI va a llegar al 20% de su recorrido y aún seguimos anclados en la mitad del siglo XX. 

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