domingo, 11 de octubre de 2015

Demogan Catastro Confiscatorio

Comentario 111.:” Los Avalúos Catastrales Rurales son  actos  confiscatorios silenciosos del IGAC. Confiscar es privar del disfrute de  los bienes de una persona,  al pasar a dominio del Estado sin indemnización  alguna;  también puede ser usurpar los bienes privados de manera generalizada, como ocurrió en la Alemania Nazi; la nacionalización de la propiedad que siguió a la Revolución Cubana  de los Castro en 1.959 que engendró pobreza y  hambruna en la sociedad cubana hasta hoy; el camino populista  que recorre Venezuela rumbo a la quiebra y a la pobreza generalizada;  el  Corralito en Argentina con  Extinción de Dominio para todos, en provecho de una clase corrupta y sinvergüenza, entre otros ejemplos. Nuestra constitución ordena“  Solamente por sentencia judicial, el Estado puede declarar extinción de dominio sobre bienes adquiridos, mediante enriquecimiento ilícito, en perjuicio del tesoro público o con grave deterioro de la moral social.”
El instituto geográfico Agustín Codazzi IGAC, es la entidad responsable del infortunado y  absurdo avalúo catastral que viene ocurriendo en varios municipios del Meta y en el resto del país, cuyo incremento en Acacías, promedió el 728%, no obstante haber sido actualizado por el mismo IGAC cinco años atrás con un incremento promedio de 325 %.  Los dos avalúos suman el mil cincuenta y tres por ciento de incremento en cinco años. Esto no es serio.
Los exagerados y desproporcionados valores impuestos  al suelo agrícola, incrementaron  por resolución el patrimonio de los pobres del campo, al pasar a manera de ejemplo: de $300 millones  a  $950 millones hace cinco años, y de $950 millones  a $6.900 Millones en el  año 2015 (2,200% de incremento). Las implicaciones tributarias como predial, corporaciones, bomberos, renta y complementarios, presuntiva, e impuesto a la riqueza, entre otros,  acumulan un valor superior al presunto arrendamiento comercial del predio, que sería la renta bruta del bien.  Esto convierte la carga impositiva en un arrendamiento caro, anticipado por anualidades  e impagable.
Los afectados con la medida confiscatoria catastral han venido reclamando ante las oficinas del IGAC regional en Villavicencio,  en primer lugar mediante más de 2 mil derechos de petición, sin respuesta;  en segundo lugar ante la Dirección Nacional en Bogotá, en dos ocasiones con el grupo técnico de mayor nivel, y en una tercera además del equipo asistió el Director General  José Antonio  Nieto, quien ya había participado en el debate que sobre la materia presentó la Senadora  Maritza Martínez A.
Nuestra conclusión, después de ocho meses de gestión reclamado los derechos que nos asisten, es que todo el IGAC se coloca a la defensiva incluido el silencio administrativo, para no resolver el problema, con un desprecio por nuestros argumentos, que demuestran que el IGAC se equivocó con la metodología aplicada en lo rural, con base en las áreas homogéneas y el 70% del valor comercial, sacado por encuestas empíricas, mediante un personal improvisado; desconociendo que en este caso rural que se reclama,  tienen que atenerse al “Articulo 9 de la Ley 101 del 93”. La aplicación del valor comercial, para el catastro rural es contraria a la ley, y su consecuencia es que el acumulado de los impuestos da como resultado una suma superior a la rentabilidad, según el uso del suelo.
Con la  gestión y asistencia eficaz de la Senadora Maritza Martínez, el Ministro de Agricultura Aurelio Iragorri Valencia recibió en su despacho a la comisión del Llano,  después de escuchar  por más de dos horas los distintos planteamientos y hacer las cuentas por rentabilidad y uso del suelo, concluyó que el problema hay que resolverlo, porque es una carga fiscal imposible de pagar.
Aunque sabemos que el IGAC no depende del MADR,  éste sí tiene mucha relación, pues la carga impositiva de los impuestos a este nivel  afecta la economía campesina y rural de manera grave, pues este sector es el menos indicado para resolver las finanzas de los municipios, quienes hoy tienen opciones de lograrlo mediante proyectos de las OCAD, del sistema nacional de regalías.
La senadora Maritza Martínez en defensa de los llaneros, afirmó ante el Director del IGAC y ante El Ministro de Agricultura que hay que oír, estudiar y resolver los problemas de la comunidad, el campo no se merece semejante tratamiento de injusticias, que el Catastro tiene que modernizarse y cumplir su misión sin arruinar el sector que es el que produce  los alimentos, sin que pueda soportar el castigo catastral, originado en una dudosa interpretación de las normas por parte de los funcionarios, sobre  las inequidades que los propietarios reclaman. El tema de la actualización catastral reclama con urgencia, claridad en la política del Estado, su aplicación correcta, que no puede ser la incertidumbre reinante, al punto que hoy nadie compra predios o fincas para producción agrícola o pecuaria bovina, porque es imposible pagar los impuestos con la renta del uso del suelo, a  nivel nacional.

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