No compremos carne ni leche que vengan de lugares sagrados. Hacerlo debilita la conciencia del país y destruye el futuro de los que están por nacer y los que aún no tienen uso de razón.
Hacemos
especial reconocimiento a Tatiana Pardo Ibarra que en mayo 27 publicó un
artículo denunciando la potrerización de Chiribiquete; ella pertenece a
MONGABAY que es una publicación especializada en temas ambientales.
La
devastación de nuestros bosques primarios habla mal del país. En la semana del
25 de enero de 2021, se detectaron por parte de Global Forest Watch (GFW)
144.847 alertas de deforestación dentro y fuera de Chiribiquete, que William
Ospina definió como: “La Capilla Sixtina del arte americano”
1’983.000
hectáreas de bosque han sido talados entre el año 2000 y 2020 dentro y fuera
del parque; de esas según el IDEAM 5315 hectáreas solo en Chiribiquete. Si el
país contara con un eficiente ministerio de ambiente, o de relaciones, se
habrían generado ingresos por unos US $400 millones en venta de bonos REDD (Por
deforestación evitada). Lamentablemente no interactuamos con el mundo, estamos
aislados, no compartimos la sinfonía del agua, ni el cántico de los pájaros,
tampoco el movimiento de las hojas y el rugir del puma, que elevan su oración al cielo en nuestros 32
millones de hectáreas de parques, pero en cambio si los arrasamos.
El ganado
que está en esas regiones olvidadas del estado, paga mensualmente $10.000 por
cabeza a Gentil Duarte o su lugarteniente alias “mordisco”. Luego pasa de un
intermediario a otro y llega finalmente la carne al Éxito y a Colsubsidio.
Son entre
100 y 300 cabezas al mes. Lo oprobioso es que Almacenes Éxito, dice estar
completamente involucrado con el programa GANSO (Ganadería Sostenible) cosa que
aplaudimos en su momento, pero olvidaron hacer el seguimiento con el rigor que
eso exige. Estamos agotados con tantos enunciados y promesas que se las lleva
el viento. ¿Qué responden a esto las cadenas de almacenes que tanto admiramos?
¿Cuándo responden?
Los
satélites son una bendición que se torna en ocasiones en maldición. Hoy
nuestros parques están cuidados por esos lentes espaciales, sin embargo, falta
presencia y trazabilidad.
El ICA dice
que su foco es la sanidad de la ganadería. Es cierto; también afirma tener toda
la información, “encriptada” y pertinentemente lista para ser compartida con
entidades del estado.
El
presidente lanzó la operación Artemisa (diosa de la caza y de los bosques) es
conveniente que el ICA comparta la información con quien esté a cargo, para que
se desarrolle una campaña para neutralizar el enorme daño. De todas maneras,
ese instituto debe informar si la vacuna contra la aftosa y la brucelosis está
llegando y se están aplicando en las 71 veredas del parque donde ninguna reporta
vacunación.
También que
la trazabilidad sea una realidad, que el ICA se haga cargo de ella y que la
buena fe de las cadenas se demuestre pagando más por kilo trazado; eso no vale
mucho, es un factor diferencial para el ganadero y el cliente final va a sentir
que lo cuidan.
La
vacunación en últimas es responsabilidad de cada ganadero, pero debemos hacer
un reconocimiento a los laboratorios, que se preocupan por que dos veces al
año, lleguen millones de dosis a las fincas.
1’808.458
animales están en los alrededores del parque. Lo anterior en 14.580 fincas ¿estamos seguros que los vecinos cuidan el santuario?
¿Qué entidad
del estado se encarga de articular y coordinar que no acabemos con el bosque
primario? Vale la pena nombrar un coordinador para combatir el cambio
climático, eso ya lo han hecho, lo importante desde luego no es nombrar sino
darle dientes y herramientas. Con seguridad USA nos acompaña en ese empeño.
El
continente africano ha recibido US $14 mil millones para reforestar, nosotros
deberíamos presentar una propuesta para pedir esa ayuda, el razonamiento es sencillo,
el CO2 que secuestramos aquí ayuda al planeta.
El beneficio
de la trazabilidad es de amplio espectro, incluye seguridad de las haciendas,
los ganados, disminución de la informalidad, georreferenciación, tendríamos una
línea base de la cobertura forestal, la movilización estaría permanentemente
referenciada. ¿será posible que dos o tres empresarios colombianos los apoyen
para desarrollar el software y el hardware que esto requiere?
Algo que aún
no mencionamos y en lo que hemos trabajado, es que con trazabilidad podemos
volver al leasing ganadero y permitir que nuestros ganados se puedan asegurar.
¿Quién
podría encargarse de hacerlo? Un emprendimiento que junte organismos como:
IGAC, ICA, MADR, INVIMA, IDEAM y ojalá a la Policía Nacional.
Todo esto
puede ayudar a que el mundo respire mejor, se evite el incremento de 2°C de
temperatura antes que termine este siglo, no continuar con el negacionismo que afirma: “El Cambio Climático es un Cuento” no ser políticamente correctos que es una
buena fórmula para la mediocridad y una traición a los ciudadanos del mundo sin estar a tono con las evidencias científicas.
No hay
contabilidad que nos diga cuánto cuesta un árbol que se tumba para que pase una
carretera, tampoco cuánto cuesta que se pierda una especie.
Es probable
que un plan para impulsar la economía verde, que no la naranja, atraiga muchos
sabios colombianos desperdigados por el mundo y podamos contar con sus ideas, su
vocación de servicio y sin la avidez de la política y los negocios.
Cuidar
3’000.000 de hectáreas de páramos tiene costos beneficios que no hemos
estimado. Es conveniente hacerlo y mostrarles esos números a los ciudadanos.
Recordemos, que
“el senado y muchas de nuestras instituciones y gremios son lugares donde las
buenas ideas van a morir”
Desde
Demogan abogamos porque nuestro país único en biodiversidad y posibilidades,
lidere el movimiento que nos lleve a mitigar el holocausto que nuestros nietos
tendrán que enfrentar, porque la palabra mitigar no se conjuga en futuro sino
en presente y en pasado.
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