Nos encandilan los espejismos.
Los precios
actuales del ganado benefician a los ganaderos, pero afectan al consumidor.
Los
ganaderos y en general los agricultores han sido solidarios con la patria,
nadie puede negarlo.
Mientras esto
escribimos, la situación de la llamada “Revolución molecular disipada” incendia
el país en muchos lugares al mismo tiempo. En otro artículo nos extenderemos
sobre el tema, estamos seguros que los ganaderos NO apoyan esta nueva pandemia.
Si la gente
de campo, muchas regiones del país no generarían empleo, ni serían productivas;
por esa razón los ganaderos tienen derecho al buen momento por el que pasa la
ganadería, en especial después que, durante años, apenas podían sostener la
profesión.
De ninguna
manera vamos a oponernos que paguen bien el kilo de ganado, ojalá eso también
incluya el litro de leche (en eso continuamos trabajando). Sin embargo, es en
estos momentos que debemos abrirnos a la solidaridad y buscar la manera de
poder apoyar a gente que tiene dificultades de conseguir su proteína diaria,
muchos frentes se juntan y encontrar soluciones que todo lo abarque, es
complejo.
No queremos
que nuestro mensaje sea malinterpretado y se piense que promovemos o la caridad
o apoyar algún efímero movimiento político, cosa que ya ha sucedido. No,
nuestra propuesta es que, si la ganadería es transversal a toda Colombia,
encontremos la manera de aportar en unión con los frigoríficos, un porcentaje
de carne que puede traducirse en vísceras rojas o blancas, que son muy
nutritivas y bien adobadas, son platos gourmet, que pueden presentarse en
cualquier parte del mundo.
Estamos
proponiendo es que invitemos a nuestros compatriotas a la campaña ganadera que
podemos nombrar: “hoy por ti, mañana por mí”.
Las bien
andanzas, traen mejores andanzas. La mayoría de los ganaderos se han preocupado
por reconocerle a sus empleados todas las prestaciones, tenemos ejemplos donde
los trabajadores de una finca sin esperar nada a cambio, y gracias a que el
jefe les mejoró la vivienda, les reconoce prestaciones, les instaló internet en
la finca para que sus hijos puedan asistir a clases virtuales, decidieron
buscar la manera de mejorar la rentabilidad de la finca. Esas son realidades
que tenemos el honor que la gente nos comparta, por eso mismo consideramos
importante que quienes nos siguen las conozcan.
Estamos
hartos de polarización, de creer que, si hablamos duro, la gente va a
respetarnos, que, si respondemos a los insultos, seremos temidos y por lo tanto
venerados.
El anonimato
que nace de las redes sociales, donde insultamos sin consecuencias, nos está
haciendo daño.
La ganadería
ha mejorado los precios no por la gremialidad sino por los ganaderos, se
exportan novillos en pie y carne en canal gracias al esfuerzo de empresarios
que han construido el mercado, han cumplido en tiempos y calidad. Ellos han
ampliado la demanda de carne, como resultado, los precios han subido. Para
todos ellos nuestro reconocimiento.
Debemos
apoyarlos, para que se mantenga el buen momento, continuar fortaleciendo
proyectos de ganadería regenerativa y sostenible, que son los valores agregados
que están ayudando a abrir los mercados.
Desde la
colonia somos un país ganadero. Mejoramos poco a poco, hasta llegar a este
momento que es estelar no solo por los buenos precios, sino porque muchos
entendieron que la modernidad de la ganadería, tenía que ver con la
sostenibilidad de las fincas y obtuvieron algo que, para muchos detractores de
nuestro país, era impensable: la denominación de origen donde sin engaños
podemos decir que nuestra carne es de pasturas, de aguas corrientes, de árboles
que dan sombra y ganaderos que cuidan el medio ambiente; todo eso sin
estabular, entendiendo que el ganado también tiene que ser libre.
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