En su último
libro Yuval Noah Harari, llama la atención de lo inundado que está el mundo con
información irrelevante, compartiéndonos que más allá de esa información, o de
ufanarnos por el acceso ilimitado al conocimiento, debemos empezar a trabajar
en buscar claridad, que es en últimas, la que nos permitirá despejar incógnitas.
Hoy las
500,000 familias ganaderas pueden llegar a tener un número enorme de
prioridades, las probabilidades que se crucen muchas de ellas, son altas, de
igual forma que aquello que para uno es importante para el otro no tenga
sentido.
Es tan grave
la irrelevancia que le damos a muchos temas, que podemos encontrar que hay
ganaderos para quienes el cambio climático no es importante, con seguridad la
crisis democrática que tenemos en el gremio, tampoco sea un tema que encuentren
relevante.
La necesidad
de tecnología comprensible para el campo, comparada con la urgencia que no
invadan MI predio, cualquiera de las llamadas minorías, hace que
pase lo importante a un segundo plano, convirtiéndose en prioridad la urgencia,
dejando a un lado la importancia de pensar como país ganadero en soluciones
para que a ningún ganadero lo invadan, convirtiéndose en relevante si me
invaden, y no que desarrollemos un espíritu de cuerpo, donde prime la
solidaridad de las 500,000 familias con el colega que violentan.
Los dilemas
globales como puede ser la seguridad alimentaria, no tienen importancia, todos
esperamos que salga de una lámpara el genio que nos guíe para celebrar la
estupidez que tiene la fogosidad del discurso, y no la sabiduría que encierra
la reflexión silenciosa del maestro.
La epidemia
de noticias falsas que alimentan nuestros días, son más importantes que prestar
atención a actualizarnos, a reflexionar, o abrir diálogos con gentes que
piensen diferente y nos den la oportunidad de innovar, investigar y desarrollar
productos, eventualmente mejorar nuestros controles, o la calidad de lo que
vendemos.
Acaso los
ganaderos nada tenemos que decir acerca del millón (o más) de inmigrantes que
hoy debemos alimentar, educar, asegurarles salud, buscarles trabajo,
reorientando nuestro rechazo para buscar oportunidades que hagan sinergias con
lo que aquí tenemos. Estados Unidos tiene claro –no todos- que los aportes de
esos extranjeros no solo son bienvenidos, sino necesarios y que generan riqueza
¿Cómo hacer para que eso mismo nos suceda? ¿Qué estrategia podemos proponer los
ganaderos?
¿Podemos los
ganaderos continuar contaminando nacimientos, quebradas y ríos? Hemos visto
como algunos agricultores desvían ríos y los contaminan ¿El
derecho de una persona, es más importante que el de muchas? Irrelevancia es la
palabra. Yo tengo derechos USTEDES no.
Los
prejuicios no permiten evolucionar, nos hunden en cavernas de las que resulta
difícil salir, la falta de ética nos hace creer qué si yo me quedo con algo de
manera indebida, no es robo, si es otro que se queda con lo que yo he adquirido
indebidamente, yo tengo mis derechos y estoy siendo atropellado.
Hemos llegado
a creer, que la sospecha es una virtud. Nos dedicamos a sospechar del vecino,
en lugar de trabajar en lo de cada uno y con cada uno.
¿Somos
conscientes, que el desarrollo biotecnológico e infotecnológico nos puede dejar
sin trabajo? ¿qué estamos haciendo para que no nos vaya a suceder? ¿estamos
preparados para los cambios? Seguramente no lo estamos, eso es increíble, pues
de cambios hemos estado llenos los últimos años.
¿Cómo
podemos salir de la crisis de la irrelevancia? Nosotros creemos que,
salvaguardando libertades, permitiendo que la igualdad suceda, equilibrando la
tecnología con el cuidado al medio ambiente.
No podemos
continuar sin tener opiniones claras de los ataques a nuestro entorno del que
somos responsables, secamos humedales, sembramos desiertos verdes y de arena,
confundimos fechorías con verdades.
Un buen
amigo sin saber que iba a escribir acerca de este tema, me compartió una
entrevista que le hicieron a un nativo de una de las tribus Tuareg en el
desierto del Sahara: “Un anciano de mi tribu, se lamentaba que los blancos, se
enteran que algo existía cuando desaparece, no saben estar solos para intentar
encontrase, sueñan con llegar a ser, en lugar de ser, miran la televisión y no
las estrellas, piensan que llegar a la meta es el objetivo, cuando en realidad
en nuestro pueblo todos los días debemos llegar a metas diferentes buscando
agua y pasturas, ustedes tienen reloj, pero no tienen tiempo”
Las
lecciones que nos dan estas gentes sabias, deberían ayudarnos a entender que la
mayoría de las cosas que hacemos, son irrelevantes y que, de continuar así,
vamos entender que discutíamos acerca de temas irrelevantes, mientras que lo
relevante se evaporaba ante nuestros ojos.
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