sábado, 5 de septiembre de 2015

DEMOGAN la unión de productores Industria y Gobierno EL FORO ganadero

A lo largo de la historia de la ganadería han existido roces entre los que producen y los que transforman. Es normal. Siempre unos querrán más precio y los otros un costo que les permita competir con más holgura.
En DEMOGAN, nos juntamos unos y otros. La idea es que exista una mesa dónde se puedan cultivar los desacuerdos, permitiendo construir nuevas soluciones, diseñar horizontes imaginativos, diferentes y sin duda, activar la inteligencia de los miles de ganaderos que tienen propuestas e ideas, que pueden ayudar a crecer la industria y a su vez la industria pueda hacer crecer a los ganaderos.
El acopio de leche ha aumentado en los últimos cinco años. La industria ha crecido, eso está bien. A su vez los productores necesitan que de ninguna manera la industria deje de comprarles el 100% de su producción. La amenaza de no comprar la leche es recurrente y es por eso que nuestro movimiento junto con la industria, busca mecanismos que borren esa posibilidad. Todos entendemos, que si los productores a solas nos reunimos para formular políticas que eviten la “enlechada” le va a faltar una pata a la mesa; de igual forma, pensar que los industriales repitan ese ejercicio sin contar con sus aliados naturales no tiene sentido.
Desde luego está el precio que debe ser competitivo para ambas partes; desconocer que la preocupación de los lecheros se centra en la variable costo/precio no es objetivo. Si subimos mucho, lesionamos al consumidor final, si bajamos mucho acabamos con la seguridad alimentaria. No entender los dos negocios el del que ordeña y el que transforma, lo distorsiona todo. Veamos algunas variables que unos y otros olvidamos:
El industrial olvida temas como: La ausencia del dueño de la finca por razones de seguridad, el personal requerido y que muchas veces no se encuentra, el costo oculto del mal servicio de  energía que tienen nuestra fincas, la sanidad de los hatos, los intervalos entre partos, la renovación de praderas, el costo de los abonos y otros muchos, la necesidad de vender rentablemente para sacrificar terneros.
El productor no tiene en cuenta factores como: El mal estado de las vías; no solo las terciarias sino las principales, que afectan al industrial en ambos sentidos, cuando recoge la leche y cuando la saca a vender. El costo de control sanitario de la leche, del empaque, del frío, la energía que nuevamente impacta a los dos protagonistas, el flujo de caja que exige recoger y pagar antes de 15 días, luego procesar, facturar y cobrar después de mes y medio. Estas son algunas de las dificultades, hace falta más trabajo para enumerar dificultades en ambos extremos de la cadena.
 A su vez, están los industriales que proveen droga veterinaria, sal, concentrado etc. Todo impacta a todos. Por eso insistimos que cuando solo vemos una escena de la película, nos equivocamos de medio a medio; es responsabilidad de quienes trabajamos para los ganaderos, ver el panorama completo, e intentar “traducirlo” a quienes nos escuchan; por eso, no podemos dejar de mencionar las dificultades que implica ser gobierno, la falta de continuidad de quienes dirigen el escenario hace en extremo difícil que puedan existir políticas de largo plazo. Por esta razón le hemos pedido en repetidas ocasiones a nuestros gobernantes, que invitemos a un encuentro ganadero democrático, donde se creen las condiciones, para que todos seamos capaces de escucharnos, entendiendo que no podemos esperar en la primera sentada la pócima que cure todas nuestras enfermedades.

En nuestro próximo escrito, intentaremos sugerir, algunos de los temas que necesitan ser estudiados por la ganadería en pleno; la política ganadera del país deben formularla los actores, no solo el gobierno o gremios que a pocos representan.  

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