Aun no entendemos la razón para que el Ministerio de Agricultura no tenga nada que decir frente al descalabro de Friogan.
No tenemos duda que el ajetreo de todos los funcionarios públicos es muy grande. sin embargo no pronunciarse en torno al más grave evento gremial de las últimas décadas, no es ni aceptable ni comprensible.
Le pedimos a todos aquellos que lean estas líneas, que se manifiesten para expresar sus puntos. Les recordamos que una de las máximas de DEMOGAN es que solo el silencio es inútil.
Desde hace más de ocho años, intentamos que los ganaderos reclamen para que los dineros que recauda Fedegan a nombre del Fondo Nacional del Ganado, tengan todos la posibilidad de verificar en que son invertidos. Ese gremio, afirma que la campaña para controlar la fiebre aftosa es su gran logro, eso no es así. Los ganaderos de Colombia, pagan por esa vacuna, los departamentos y municipios contribuyen y apoyan con dinero para que la vacuna llegue, lo mismo los comités de ganaderos se preocupan y controlan; de hecho derivan de allí parte de sus exiguos ingresos para mantenerse, mientras que Fedegan se llena los bolsillos con esos dineros.
Ganadero, usted tiene la obligación de tener respuestas. Todos queremos saber la razón por la que el Fondo Nacional del Ganado terminó respondiendo por los préstamos del disparate gerencial que es Friogan. Desde luego, el ministerio de agricultura debe informarle a todos los campesinos, agricultores, gremios del agro, si los evidentes errores administrativos que se llevaron a cabo en esos frigoríficos no va a tener responsables.
La agricultura es responsabilidad de los que están en el campo desde que amanece hasta que anochece. Escriba, proteste, déjenos saber sus molestias, sus frustraciones; no espere a que la última gota derrame la leche, no permita que sus sueños se vuelvan frustraciones porque no tuvimos la entereza de protestar a tiempo.
Para que la paz sea posible, debemos manifestarnos en calma, sin agresiones, con respeto, pero desde luego con firmeza.
El silencio del ministro es una prueba más de la actitud pusilánime y alcahuete del gobierno de Juan Manuel Santos, para pagar favores legislativos. Las denuncias se vienen haciendo desde hace más de una década, pero Fedegan se convirtió en un bastión burocrático de sus directivos y los gobiernos se han venido haciendo oídos sordos.
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