miércoles, 22 de mayo de 2019

Demogan Políticas de Frontera para proteger al país contra la Aftosa


Recordarán que sugerimos cuando se tuvo la confirmación de los brotes de aftosa en Venezuela, reforzar la vacunación en la frontera sin costo para nuestros ganaderos. En ese momento manejaba el Fondo nacional del ganado (FNG) el MADR a través de Fiduagraria, siendo nuestra propuesta que se pagara con esos dineros, la emergencia.
Pues bien, esta semana el ICA propuso venderles a ganaderos venezolanos, que desde luego deben cumplir una serie de requisitos, la vacuna colombiana a través de los comités de ganaderos de frontera.
Estos temas deben ser analizados con cuidado extremo por parte de nuestras autoridades. Que los comités reciban ingresos adicionales luego de las dificultades que han tenido que sortear es bueno y lo aplaudimos; sin embargo, analizar una parte del todo no es conveniente, debemos revisar algunos aspectos que al menos desde Demogan no tenemos claras respuestas a nuestros interrogantes.
¿Es legal vender la vacuna con destino el país vecino, sin cumplir requisitos cambiarios y de registros de exportación colombianos? Seguramente, la legalidad de las operaciones ha sido totalmente analizada y por eso, es importante que los comités tengan respuestas claras, ante eventuales cuestionamientos no solo desde Venezuela, sino también de nuestras autoridades. No olvidemos que las exportaciones tienen consideraciones de diferente índole, que deberían beneficiar a quien vende.
¿Se puede vender a Venezuela solo con el registro ICA? ¿No es obligatorio contar con el INSAI? Ellos, son los responsables de la salud animal en ese país.
Entendemos y lamentamos los apuros de la Federación de ganaderos de Venezuela, FEDENAGA y estamos seguros que son gente de bien que han tenido que transitar un camino lleno de dificultades estos últimos años, y por esa razón sugerimos que también sean tenidos en cuenta, pues no nos cabe la menor duda que ellos son fundamentales en todo este negocio.
Dice el ICA, que los ganaderos deben identificarse para poder venderles la vacuna. La frontera ha tenido que pasar muchas dificultades, insistimos, apoyarlos es mandatorio, ¿pero es esta la mejor forma? Entendemos que NO se van a entregar los registros únicos de vacunación (RUV); mal harían en hacerlo cuando las dosis se venden es para Venezuela, pero es fundamental despejar todas las dudas que pueda generar este negocio a nuestras autoridades. 
¿Cuántos animales piensan vacunar? Hacemos la pregunta, pues si se limitan a vender un par de millones de vacunas, eso no resuelve el problema y podrían las autoridades venezolanas alegar que les vendimos vacunas que no cumplen los requisitos, cuando en realidad lo que sucedería es que el cubrimiento sería deplorable. Nuestra idea, es que por lo menos deben vacunarse 10 millones de animales ¿Eso es posible de hacerse? Hay gentes que se especializan en satanizar ayudas, este apoyo no debe convertirse en un cuestionamiento ni a nuestras autoridades y mucho menos a nuestros comités ganaderos.
Empoderar a nuestros veterinarios para que vigilen y hagan seguimiento del biológico, es una idea que aplaudimos; de hecho, sería muy importante que se extendiera a todo el país esta idea del ICA.
Quisiéramos entender la manera como se va a garantizar la red de frío. Recordemos que en ese país no hay suministro de energía confiable; si se aplican las dosis sin asegurar ese requisito podríamos ser cuestionados, por razones que no son nuestra responsabilidad.
La ganadería colombiana necesita evitar que por las fronteras nos entren enfermedades. Los laboratorios tienen la calidad y cantidad para cubrir el 100% de las necesidades de los vecinos, no solo eso, tenemos la necesidad de generar divisas. ¿pero será que logramos ese beneficio con esta solución que sin duda es imaginativa pero que también puede traer consecuencias?
Piénsenlo bien, aquellos que lo están pensando y proponiendo.

domingo, 12 de mayo de 2019

Demogan ¿Es lícito importar vacunas y droga veterinaria desde Brasil?

Nos llega la información que en una reunión Fedegan sugirió que había adelantado conversaciones con un laboratorio brasilero para importar desde ese país medicamentos y vacunas. No creemos que eso sea cierto. Existen muchas razones que nos hacen dudar de semejante disparate. Intentaremos resumirlas.
Fedegan asiste a la junta de Vecol. No sería ético que, como miembro de junta, promoviera la competencia a una compañía del estado donde además asiste como principal a su consejo.
Brasil es un país al que con seguridad no nos permitirían exportar nada desde Colombia. No podemos en reciprocidad importar sus productos, eso es sencillamente un disparo en el pie.
Apenas dos compañías en Colombia producen el biológico: Vecol que es oficial y Limor que es privada. La primera entiende perfectamente que la importación desde cualquier país del mundo del único producto que le da rentabilidad, que es el caso de la vacuna, acabaría de un plumazo su solidez económica. Para los ganaderos, Vecol es parte de su patrimonio, han hecho sacrificios ingentes para permitir que esa compañía se sostenga en el pasado. No creemos, nos resulta imposible de aceptar que desde dentro de la junta alguien tenga la idea de acabar con Vecol.
La línea de productos de ese laboratorio es amplia y de alta calidad. Lamentablemente no han sido exitosos en su comercialización, pero desde luego si llegan a importar medicamentos veterinarios desde Brasil, el resultado sería calamitoso para ellos, para los ganaderos y claro está para el país.
No tiene sentido, que Fedegan cuestione las importaciones de leche en polvo desde USA, Europa y Nueva Zelanda y, por otro lado, quiera representar un laboratorio para acabar con nuestra seguridad alimentaria, y el esfuerzo científico que ambas compañías han hecho por cerca de 30 años. Hoy, esos laboratorios, exportan a varios países del mundo; es un producto colombiano de clase mundial, que asegura la sanidad de nuestro hato.
Les compartimos brevemente la siguiente historia: uno de los conferencistas en Cartagena durante la reunión de la Comisión Sudamericana para la Lucha contra la Fiebre Aftosa (Cosalfa), dijo lo siguiente: cuando Europa decidió certificarse como libres de aftosa sin vacunación, antes de hacerlo, verificaron el estado de los animales salvajes de pezuña hendida, cosa impensable en nuestro continente, a no ser, que decidamos erradicar las selvas que nos enorgullecen. Lo segundo, fue crear un fondo para poder aplicar fusil sanitario en caso de un nuevo brote y poder pagarles a los ganaderos los animales sacrificados, ¿se imaginan el tamaño del fondo? ¿Quién lo administraría y de dónde sacaríamos el dinero? La tercera y muy importante, los europeos, tienen claro que, si Suramérica, África y Asia descuidan la vacunación, ellos se verían afectados más tarde que temprano. Sugiero que les digamos que apoyen nuestras campañas contra la aftosa; desde luego nosotros somos muy pobres para la mayoría de los programas y muy ricos para pedir apoyos; paradojas del subdesarrollo.  
Sea este el momento de preguntar la razón por la que debe verificarse con un tercero el trabajo que en todos los países del mundo recae la responsabilidad exclusivamente en el dueño de finca y aquí debe certificar un vacunador ese trabajo. ¿No tienen las autoridades sanitarias confianza en los ganaderos? ¿en cuánto se aumenta el costo de la dosis? Al preguntar acerca del tema en Uruguay o Argentina, nos miraron desconcertados pues no pudieron entender para qué teníamos que gravar la vacuna; es como si lo primordial fuera hacer un negocio y no dar un servicio.
Los gremios NO deben hacer negocios. Eso lo hemos repetido muchas veces. Los gremios NO deben manejar dineros parafiscales, deben vigilar los destinos de manera rigurosa y transparente. Nuestro amigo Alberto Castillo Losada, repite permanentemente las lecciones de Acemoglu y Robinson en su libro “Porque fracasan las naciones” sin duda una buena razón, es tener gremios que no entienden su norte, tampoco su compromiso que no es otra cosa que ser democráticos, servir a sus asociados y JAMÁS intervenir en política.
Coletilla: Luego del informe de la contraloría ¿quedó claro que don Heraclio Guevara Sandoval y nuestros escritos sobre el tema, decían la verdad entorno a la manera como tenía que entregarse el Fondo Nacional del Ganado?

viernes, 3 de mayo de 2019

Demogan Bienvenidos Hermanos venezolanos


De acuerdo con algunas estadísticas, a Venezuela llegaron hasta un total de 5 millones de colombianos. No creemos que eso fuera así, pero si se puede afirmar que en un momento llegaron a trabajar a Venezuela 3 millones de compatriotas.
En ese país había trabajo, en Colombia había poco y los sueldos eran bajos.
Hoy en Demogan ofrecemos para la reflexión nuestro pensamiento, que seguramente riñe con el de algunos de nuestros amigos ganaderos, pero recuerden que en la democracia el disenso pacífico, es su esencia.
Escuchamos a mucha gente enojada por los puestos de trabajo que les arrebatan nuestros amables vecinos, que permitieron no solo que desde aquí exportáramos productos, sino que muchos compatriotas enviaran remesas a sus casas, mejorando el ingreso de sus familias. Eso sucedió durante muchos años.
Nuestro país no nada en la opulencia. Ni mucho menos. Necesitamos trabajar duro para poder salir adelante individualmente y como país.
El barco de ellos naufraga, y el nuestro puede también hacerlo, en especial contando con dirigentes con limitada visión. Es por eso que consideramos que debemos hacer propuestas que se salgan de lo común, que rompan paradigmas.
De un día para otro, Cúcuta debe responder al doble o al triple de las emergencias que tenía previstas y que desde luego no atendía con eficiencia. Adicionalmente, deben alimentar, educar, vestir, recrear, cobijar y dar esperanzas a una cantidad de nuevos habitantes que no aportan, gente buena en general, que no tienen alternativas; lo malo de este éxodo, es la miríada incontenible que llega y que no estábamos listos a atender.
En contraprestación, en el país tenemos un número de empresarios venezolanos que se han establecido a vivir y aún tienen la esperanza que la situación de su país mejore y la banda de apaches que los gobiernan salgan. Por esa razón no han invertido en forma.
Nuestro llamado es a no dilatar más e inviertan en eso que hacían bien en su país, dándole prioridad a la mano de obra de sus paisanos. Si logramos que mes a mes ingresen a la fuerza laboral del nuestro el 0,5% de los venezolanos en edad de trabajar todos ganamos, incluida la generación de empleo para nuestros nacionales.
De otra parte, utilizar espacios para iniciar comedores comunitarios donde solo se consuman productos colombianos aumenta la demanda de nuestro campo e industria alimentaria.
¿Cuánto puede costar esto? Mucho menos que el costo de tener miles de indigentes arrastrando sus desesperanzas por nuestros pueblos y ciudades.
En medio de nuestra austeridad, siempre teníamos algo que comer. Todos conocemos nuestra proverbial generosidad, con seguridad muchos hemos llegado a la hora del almuerzo a una casa campesina y nos han atendido espléndidamente con lo poco que tienen. Que el ejemplo de nuestra gente del campo cunda. La diferencia, es que esta vez sugerimos que se les compren sus productos y convirtamos a Colombia, en una máquina para nutrir a nuestros hermanos en desgracia y aprovechemos para hacerlo con otros tantos compatriotas.
Nutrir debería ser nuestra respuesta a esta tragedia generada por los forajidos de al lado. Nutrir y activar el campo. La canasta básica se vería maravillosamente activada. Un millón de vasos de leche al día, son 250,000 litros diarios, 200 gramos de arroz por persona, 100 gramos de carne, porción de frijol, de arvejas de papas y ni hablar de los jugos de frutas, que se podrían repartir evitando como sucede hoy en la Costa, que el mango se pierda y así con decenas de productos.
Desde luego esto aceleraría la llegada de empresarios agrícolas venezolanos que tienen conocimientos, capital, experiencia, hábitos de consumo mejores que los nuestros, aportándonos procesos industriales y generando empleos para ellos y para nosotros.
Ayer por nosotros, hoy por ellos. Colombia y Venezuela unidos para dar ejemplo de trabajo en equipo.
Hacemos un llamado a los empresarios del querido país, para que apoyen la idea y empecemos esta generación de prosperidad y abundancia.