Es probable que los ganaderos
no tengamos claro los costos que, en el pasado reciente, incurrieron Vecol y
Limor para atender la campaña contra la fiebre aftosa.
Pues bien, en la administración
del ministro Iragorri se ORDENÓ a los laboratorios bajar en $100 la vacuna y
asumir el costo de renovar la red de frío de los comités de ganaderos, por
cuenta de los productores de la vacuna, sin hacer mención alguna a este aporte obligado, presentándolo
como un logro del ministerio.
Estamos seguros que los
laboratorios no esperaban nada a cambio, solamente el reconocimiento debido.
Esas indelicadezas, crean fisuras en la buena voluntad de todos los
involucrados y no construyen equipo.
Los ganaderos recuerdan que
desde Demogan insistimos ante los brotes de aftosa en Arauca, que se reforzara
la vacunación, volviendo a inyectar al menos 6’000,000 de
animales en las regiones de alto riesgo. Se levantaron algunas voces de
quienes fungen de expertos, para tildar de poco aterrizada la
propuesta, entre otras por el costo que esto significaba.
Reiteramos nuestro pedido. No
tenemos duda que esta es la manera de ayudar a neutralizar el desgobierno
pecuario que tiene el régimen y no los ganaderos venezolanos; Ellos han sido,
son y continuarán siendo ganaderos responsables a quienes desde luego no les
interesa que continúen los brotes. Es más, Demogan sugiere respetuosamente, que
se establezca un mecanismo comercial que permita a nuestros laboratorios
suministrar a Venezuela las dosis para blindar la frontera, evitando de una vez
por todas el suministro de la vacuna trivalente que Brasil insiste en “regalar”
y los ganaderos venezolanos que entienden la gravedad del regalo, intentan
evitar. Nuestros hermanos, siguen desprotegidos.
Nos informan que el INSAI que
es el laboratorio gubernamental venezolano, donde se hacen los análisis de
aftosa, está desmantelado y no puede hacer las evaluaciones. Tampoco se tiene
claro el inventario ganadero, así que los 21 millones de dosis que pretenden
“regalar” pueden ser muy pocas o muchas; este es el vacío absoluto de la
cadena.
Hablemos de costos: no es un
secreto que el FNG, tiene los recursos para atender la emergencia y
comprar a los laboratorios las inyectas necesarias. Desde luego
descartamos que los laboratorios tengan que asumir el costo. Tampoco los
ganaderos que hacen sus aportes parafiscales. El dinero está en caja, las
consecuencias de no vacunar podrían superar los $1’000 millones dólares, en
cambio el costo del biológico para la prevención de la Fiebre Aftosa, apenas
ronda los $8’000 millones de pesos (más la administración y la logística).
¡¡¡Imagínense la brecha: $1’000 contra $2’5 millones de dólares!!!
Es urgente sanar nuestras
relaciones, por esa razón, la posibilidad de hacer diplomacia fronteriza
resolviendo nuestra grave realidad sanitaria, junto con la urgencia de velar
por la soberanía alimentaria y sanitaria de los dos países, no da espera. Para
nadie es un secreto lo deteriorada que está nuestra relación con los vecinos.
Habrá quien considere, que esa no es la manera. Aceptamos el jalón de
orejas, pero y entonces ¿cuál es la solución? ¿vamos a seguir mostrándonos
los dientes? La posibilidad que, a alguien de manera involuntaria, se le suelte
un tiro y terminemos en un enfrentamiento fratricida no podemos descartarla.
Los ganaderos, estamos
llamados a iniciar ese diálogo, a construir los puentes que se han roto. Miren
ustedes los temas trascendentes que tenemos ante nosotros, vamos más allá,
somos conscientes de nuestras responsabilidades y desde luego estamos listos a
ser parte de la solución, entendiendo que seguiremos de manera disciplinada la
línea que nos señale el gobierno.
Venezuela necesita
alimentarse. Nosotros tenemos prácticamente todos los productos básicos que
necesitan. Por ahora solo hablaríamos de vacunas antiaftosa.
Nuestras propuestas no tienen
otro propósito que evitar que sigan apareciendo focos que pueden causarnos un
caos bovino, bufalino y porcino.
Insistimos en hacerle un
llamado de urgencia al gobierno para que actúe con celeridad en este tema.
No sobra antes de despedir el
año, sugerir al ministerio la pronta respuesta a los derechos de petición relacionados
con la entrega del Fondo Nacional del Ganado (FNG), nos informan que no han
sido contestados. Eviten consecuencias que son prevenibles.
Este será nuestro último
escrito del año, a no ser que surjan eventos que nos exijan comentarios.
Les deseamos una feliz
navidad y que el próximo año, seamos capaces de dialogar, de modernizar la
ganadería y claro está, de ser capaces de escucharnos.
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