Los
ganaderos no podemos hacer planes de largo plazo, pues semanalmente, aparecen
cambio en las reglas de juego o alguien con ideas imaginativas y acceso a micrófono,
pero sin conocimiento, o gobiernos de turno, o nos aparece un problema
sanitario en cualquier lugar del país. Esta semana nos apareció la propuesta de
gravar la leche y la carne con el 18% de IVA.
Desde la
ganadería, deberían florecer pequeñas empresas a menudo, y eso no sucede con la
frecuencia que sería conveniente, sencillamente porque todos estamos a la
defensiva.
La nueva ley
de financiamiento, que por lo demás no tenemos claro si llamarla así o
simplemente Reforma Tributaria, impacta al agro de diferentes formas: por el
IVA, por el impuesto al patrimonio, por el impuesto a la renta, por la
disminución del consumo. En definitiva, es preocupante el impacto que pueda
tener en toda la cadena.
El ministro
Carrasquilla logró convencer al presidente y sus colegas que era necesaria esta
ley, en primer lugar, por la falta de liquidez que suponemos encontró,
situación que vale la pena conocer por parte de todos los ciudadanos en detalle,
en segundo lugar y esto no podemos perderlo de vista, por las solicitudes de
dinero que le hacen todos los ministerios para poder cumplir con sus proyectos,
viene desde luego un planteamiento que nos desconcierta, como es la devolución
del IVA a personas que nunca han pagado impuestos, y además no hacen mercado en
los supermercados sino en la plazas de mercado y tiendas, que para estar
seguros y saber lo que están haciendo, tendrían que crear departamentos de
contables para hacer declaraciones ante la DIAN.
Tasas
tributarias inferiores, no crean más puestos de trabajo. Eso es una falacia.
¿Cuánto cuesta crear un puesto de trabajo? Sería bueno no especular con eso.
Por ahora, vale la pena recordar que el agro genera 4,9 millones de empleos en
un país que genera trabajo para 22,3 millones de personas. Eso quiere decir,
que el 22% del empleo se genera gracias a la Colombia rural. Crear un puesto en
una finca, dependiendo del número de hectáreas y el costo de la tierra, está
por encima de los $60 millones. Muchos nos dirán que es más o menos, esa no es
la discusión; en este momento sin reglas de juego a largo plazo, comprar tierra
sin tener la manera de depreciarla, amortizarla y contar que los impuestos
prediales tengan una política que no afecte al finquero y podamos proyectarnos
a 20 años, no es factible el largo plazo. Si se le diera un vuelco a la
variable financiera, la gente del campo, podría pensar en realmente ser
alternativa de generación de seguridad alimentaria y empleo. Hoy no podemos
hacerlo.
El pago de
parafiscalidad en el campo es bajo, sencillamente, porque el negocio no es
viable.
La reforma
va a llevar a muchos a pensar en urbanizar sus tierras y dejar de producir
comida ¿Es eso aceptable? De ninguna manera. El largo plazo de las fincas se
puede llegar a convertir, en pensar como pavimentar tierras
Lo que más
nos impresiona, es el divertimento que el gobierno lanza para que nos
concentremos en el aumento del IVA que probablemente no se va a aprobar, para
poder aumentar impuestos por otros lados; alguien nos compartía que va a pagar
cuatro veces más impuestos.
Desde luego
hay dos variables que continúan siendo desconocidas en toda su realidad: la
evasión y la corrupción. El ex contralor Maya, nos abrió los ojos cuando afirmó
que la corrupción costaba $50 billones de pesos. ¿Qué sector de la economía
queda por fuera de ser afectado por esa cifra monstruosa? Ninguno ¿cuánto le
corresponde al agro? Si como lo afirmamos arriba, generamos el 22% del empleo, ¿será
que es el mismo 22%? Eso son 4 reformas tributarias, siete mil kilómetros de
vías, educación, salud, seguridad dentro y fuera del país, inversión en ciencia
y tecnología, y lo que es más importante, generarle confianza al ciudadano que
sus contribuciones están siendo invertidas con decoro.
El largo
plazo, no puede ser apagar incendios, es tener política de estado, que entre
todos…si nos llaman, podemos ayudar a proponer. No intentamos sacar privilegios,
solo trabajar con la seguridad que no perdamos el impulso.
Señor
presidente, el impacto al consumo con esta ley o reforma, se disminuiría de
manera grave. Si mejoramos el poder de compra de los ciudadanos se aumentan los
ingresos del estado. Desde luego la ecuación no es así de simple. Pero lo que
resulta impensable, es continuar diseñando políticas para dos años y maniobrar
para recoger ganancias en 24 meses; esto, está por fuera de cualquier esquema
productivo.
“Aumentar los impuestos constituye un incentivo perverso para no formalizarse.” Rafael Nieto Loaiza.
ResponderEliminarPorqué será que no entienden esto? Como compite una empresa o particular formal contra un informal cuando la tasa efectiva de tributación está por los 69% contando renta, iva, 4xmil, parafiscales, ind y comercio, prediales, imp al patrimonio, sobretasa gasolina, etc. Y encima de eso, pagar un montón de contadores para lidiar con la dian, ugpp, invima, sec salud, corporación autonoma, etc.