Luego de
algunas charlas con el caballero ganadero José Manjarrés Correa, líder guajiro,
enamorado de su península, de su finca, de sus vallenatos y sus ganados,
decidimos escribir este artículo y compartir algunas reflexiones.
Son siete
departamentos costeños, 132,244 kilómetros cuadrados, el 30% del total de
nuestra ganadería, según las estadísticas algo disparatadas y poco convincentes
que tiene el país; decimos esto, pues unos abogan por que son 23’5 millones de
animales y otros 26,5 millones. Ojalá nos pusiéramos de acuerdo al menos en ese
número. La diferencia son algo más de $900 millones de dólares de costo de
inventario.
Manjarrés,
nos llamó para preguntarnos, si estaríamos de acuerdo en hacer un encuentro de
todos los gremios y movimientos ganaderos que hoy tenemos. Previo compartirle
que esa era nuestra bandera y que habíamos hecho esfuerzos para buscar puntos
de coincidencia y diálogo, le confirmamos nuestro respaldo.
Él pertenece
a la NFG, ha estado también en Fedegan, se habla con todas las facciones como
debe ser y entiende que, si no hay unión, lo
único que se fortalece es la debilidad. Este oxímoron define perfectamente
bien lo que sucede hoy en un país ganadero sin liderazgo.
Proponemos
un diálogo entorno a los siguientes puntos, que no son camisa de fuerza; no hay
necesidad que los gremios se fusionen, pero sí que tengan objetivos comunes.
¿cuáles serían esos objetivos? Democratizar la ganadería. Permitir que se
renueven los cuadros ganaderos y lleguen jóvenes a dirigir. Despolitizar los
gremios. Que la banca crea en el sector, ofrezca plazos y amortizaciones
acordes con el negocio, agilizando sus desembolsos y ofreciendo intereses
razonables; nunca hemos sabido cuánta de la mora en que incurren los ganaderos
es por altos intereses, o créditos desembolsados a destiempo. Hacer una
propuesta tributaria que incluya no solo la renta sino los prediales;
insistimos que las alcaldías del país están ensañadas en conseguir fondos que
muchas veces no llegan a feliz destino y no sirven a la ruralidad. Formalizar
la mayor cantidad de ganaderos posibles ¿cuántos hay que no tienen papeles de
sus predios y por esa razón no son sujetos de crédito? El negocio de la
ganadería se ha tornado complejo, son muchas las variables que lo afectan.
Ofrecemos unas pocas ideas más que deben ser atendidas gremialmente: el costo
de la energía, la mejora de vías terciarias, la seguridad de los finqueros, la
urgencia de establecer escudos sanitarios, tener una política de aguas y
ambiental que nos posicione ante el mundo como maestros del medio ambiente.
Trabajo hay
mucho y por lo que se puede ver, ninguno de los llamados gremios los atiende.
Son más interesantes los juegos pirotécnicos.
La región
tiene más vocación cárnica que láctea. Sus frigoríficos por estar cerca al mar,
se les abren las oportunidades para exportar. Tiene varias subastas,
circunstancia que convierte sus hatos en “un cheque al portador”; nadie que conozcamos
sufre para convertir en dinero sus ganados. Esa es una ventaja con la que
también cuentan algunos otros territorios. Adicionalmente, el ganado en píe se
convirtió en un filón de prosperidad, que debe mantenerse alternando con las
ventas en canal, de despojos y despostado que agregan valor a toda la cadena.
Todo lo
anterior, debe enmarcarse en presupuestos que proyecten crecimientos sostenidos
y no distorsiones como las que sucedieron en el pasado con las exportaciones a
Venezuela, espejismo que dejó en la calle a más de uno.
La tradición
ganadera es evidente, innumerables ferias se entrecruzan, allí tiene uno la
oportunidad de ver todos los días animales con genética de primera línea.
Hay varias
pasteurizadoras, que venden leche, bebidas lácteas, leche en polvo y quesos.
Algunas de ellas exportan de manera irregular. La media en litros producido por
vaca puede estar en los tres litros día, la región, debe diseñar una estrategia
donde combine genética, alimentación, buen trato de los animales, sombra y
acopio eficiente, que les permita llegar antes del 2025 al doble de litros.
Muchas
ventajas evidentes que no se consolidan como ellos quieren y el país necesita.
Valdría la
pena que los siete gobernadores hagan un frente común para la ganadería,
orientada a proteger la sanidad del hato, formalizar y educar tierras y
ganaderos, crear una financiera ganadera que conozca la región, sus gentes y
financie industrias que le den valor agregado a los productos y ojalá a los
emprendimientos comerciales que aseguren el acopio y venta del 100% de lo que
allí se produce.
Recordarán
que hemos sugerido la construcción de una pulverizadora que evite enlechadas y
se convierta en una exportadora regular de leche. El lugar para hacerlo sin
duda es al lado del mar, entendiendo que debe tener energía sin altibajos. Los
socios pueden ser la industria y los ganaderos. Una empresa abierta y
democrática que permita a los ganaderos ser dueños de sus emprendimientos.
Es necesario
fortalecer la silvicultura. El estrés térmico resta gramos día, por falta de
sombra a los ganados. Reforestar esos departamentos, trae consigo una segunda
ventaja que puede estar representada en venta de madera, anticipando para los
proyectos Certificados de Incentivos Forestales CIF, que oscilan entre el 50% y
el 75% del costo de establecer el bosque.
Ojalá nos escuchen los comités de ganaderos de
este territorio y entorno a un caballero como es José Manjarrés se unan sin
protagonismo, pero con decisión de servicio y sean ejemplo de ese templo del
sol, fotosíntesis, clima variado, y gentes únicas para que la ganadería se
renueve en sus bases y sus dirigentes.
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