Demogan Propuestas Para Una Ganadería de Clase Mundial

Colombia tiene todas las condiciones para ser líder ganadera en la región. No ha logrado serlo por diferentes razones en las que hemos ahondado y que hoy no vamos a repetir, evitando ser únicamente críticos, sin propuestas ni soluciones.

Queremos presentarles a nuestros lectores ideas para debatir con la dirigencia política que a partir del 7 de agosto lidere el país. Desde luego esa es parte de la actividad que hemos venido adelantando estos años, es nuestra responsabilidad no defeccionar, sino al contrario hacer el seguimiento de las propuestas, algunas avanzan, otras se paralizan, la mayoría nunca arrancan. Este es el pan nuestro de cada día.

Para empezar, sugerimos dejar claros los montos del presupuesto ganadero, hortofrutícola, agrícola, cafetero etc. pero uniendo las inversiones transversales que deben hacerse para todos los sectores sin exclusiones. Les compartimos tres temas transversales: la educación continuada de empresarios agrícolas, campesinos, jóvenes y niños, fortalecimiento de la infraestructura representada en vías terciarias y energía, inversiones en riego y cuidado del agua.

La educación es común a todos, sugerimos la revolución de las tabletas que le permitan al finquero, conocer precios de insumos y cosechas, educarse en soluciones de otras latitudes, trabajar en lecciones aprendidas en el mundo. La propuesta educativa exige fortalecer las redes de internet. El mundo ya llega a redes 5G, nuestros operadores, deben actualizarlas para que el campo esté a tono con el siglo XXI. Desde luego ya no hace falta solo educar en conocimientos sino en libertad del pensamiento. Alienar no es una propuesta, todos debemos estar vigilantes para que eso no suceda.

Las vías terciarias deben complementarse con los ríos navegables. Nos faltan soluciones de transporte fluviales y de cabotaje, pero estas pueden construirse en talleres metalmecánicos que abundan en nuestras riberas y costas.

Titular la tierra ya empezó. El actual gobierno ha tenido esto como una máxima de su política agropecuaria, pero aún hace falta establecer la posesión de miles de campesinos, sin esa formalización la desprotección que sienten es muy alta. Esa circunstancia alienta ideas de violencia a las que no debemos regresar.

En Demogan, consideramos que la gerencia ganadera y en general agrícola, está lejos de ser aceptable. Trabajar a marchas forzadas en educar a los compatriotas del campo en: presupuestos, tesorería, propuestas de negocios aceptables para los bancos, no da espera, pero adicionalmente, proponemos en compañía con instituciones financieras privadas, fundemos la banca de inversión agrícola para que tantos proyectos no se vayan por el despeñadero antes de empezar.

Más allá que proyectos ambientalmente sostenibles, pedimos que los proyectos tengan permanencia ambiental. Lo permanente queda, lo sostenible puede ser transitorio.

La mujer es sin saberlo la dueña del campo, gracias a su presencia, ella cura, apacigua, les da continuidad a las familias campesinas, y algo por lo cual abogamos desde Demogan y es que sean empoderadas como las gerentes de los proyectos agrícolas. Para esto partimos de la sabia propuesta de Aristóteles, que sugería que cualquier mujer ateniense, podía ser la comandante en jefe de los ejércitos de Atenas, pues ellas cuidaban del bienestar como un todo.

Muchas veces hemos pedido que la salud y la pensión de la gente de campo sea prioridad, esto tiene un costo, se trata de cruzar el costo de no tener seguridad alimentaria, versus al costo de no tener campesinos protegidos, quienes, ante la desesperanza, abandonan el campo.  

Los préstamos para el agro, van por sendas que se pierden. La plata llega cuando el proyecto ya no es viable, no tener gentes capaces en las instituciones financieras no puede continuar.

La industria y el productor deben ir de la mano. Esta es y continuará siendo una máxima de Demogan. El mejor vehículo para llevar conocimientos y desde luego generar productividad en el campo, son industrias sólidas, interactuando con sus proveedores. Unos y otros tenemos diferencias, esas diferencias sirven sin duda para construir futuro, al fin de cuentas esa es la democracia.

Los planes para la ganadería, deben definirse por pisos térmicos y por departamento. Ser excluyentes en estas materias permite soluciones parciales. 

Leímos hace unos días la propuesta de una de las campañas de dirigir los créditos a productores agropecuarios a través de los gremios. Nos asaltan algunas dudas: ¿cuánto se ganará el gremio por esa intermediación? Si aprueba el gremio un préstamo, ¿Quién será responsable de la cartera? ¿cómo repartir la poca plata entre tantos gremios?

Todos hablan de pasar entre 10 y 15 millones de hectáreas de ganadería a agricultura. ¿Cuánto cuesta eso? ¿cuánto tiempo puede tomarse ese tránsito? ¿qué hacer para educar un ganadero en arrocero, palmero o maicero?

Hace mucho sugerimos la siembra de árboles en los millones de hectáreas que tienen los ganaderos. Nuestra idea, es que, a partir de viveros en municipios y regiones, podamos sembrar 100 árboles por hectárea, en unas 500,000 hectáreas por año. De esta manera el proyecto es factible de llevarse a cabo. Eso sin olvidar que no podemos atropellar los humedales que tantas fincas tienen.

Enseñar a cultivar el agua debe ser propósito nacional. Esto sucede en muchos lugares del mundo. Poner en práctica este modelo es fácil, de bajo costo y urgente. De esa manera evitamos continuar utilizando acuíferos indiscriminadamente.

La sanidad ganadera, no ha podido ser atendida con la seriedad requerida. Las autoridades han fijado el trabajo primordialmente en el control de la aftosa que a pesar de su importancia no lo es todo. Les recordamos, que el país puede tener un riesgo cercano de epidemias zoonóticas y exclusivas de bovinos y bufalinos de unas trece enfermedades. ¿cuánto más debemos esperar para entender esta amenaza? ¿Pasará acaso lo mismo de siempre, que es reaccionar cuando ya pasó y solo existen soluciones extremas?

En Demogan queremos reunirnos para ampliar estos conceptos. Aspiramos que antes de terminar el mes de junio, podamos reunirnos, complementando con las ideas de todos, un documento ganadero que pueda ser consultado por quienes acompañaran al nuevo gobierno.