Iván Duque
Márquez, es el nuevo presidente de la república. Es por eso que le compartimos
nuestra propuesta de unión entre las gentes de campo, que pueden aparecer con
intereses distantes, pero que, con seguridad, si logramos la simbiosis que
sugerimos, los ganaderos y agricultores como un todo nos vamos a ver
beneficiados.
Insistimos
en la necesidad de darle cabida a las diferentes fuerzas y disciplinas que
conforman la ganadería como son: productores, industriales, proveedores, consumidores
y gobierno; insistir que un sector tiene posiciones irreconciliables les hace
daño a todas las partes, además de obtener como resultado final el
debilitamiento del todo.
Las
sinergias que nacen de las uniones, no han sido adecuadamente valoradas. En
cambio, los rompimientos generan más retrasos que avances y esos si los podemos
ver todos los días.
Les damos un
solo ejemplo: Alpina cerró su planta de acopio en Popayán por la incapacidad de
gestión de las autoridades de esa ciudad. Las empresas no pueden esperar los
largos trámites oficiales, y por esa razón, movió su operación para Caloto en
el departamento del Cauca. El cierre de la operación en Popayán fue pérdida
para todos, el traslado para Caloto, fue el renacer de la esperanza para los
lecheros y desde luego un nuevo polo de desarrollo para ese municipio. Los
primeros que entendieron la importancia de no cerrar fueron los productores,
comprendieron su gran cercanía con la empresa y estamos seguros que asimilaron
el significado de la simbiosis entre las partes.
El milagro
de unirse, define desarrollo orgánico. No olvidemos que el trabajo en equipo,
trae consigo desacuerdos y que la magia radica en superar esas desavenencias.
Colanta,
llega tres veces a la semana a recoger leche en 12,000 fincas, lo mismo hace
Alquería ¿qué sucedería si los lecheros no tuvieran esos aliados? En total los industriales llegan todos los
días a 50,000 fincas a recoger leche, cubriendo menos del 15% del total de las
fincas lecheras; si no fuera por la infinidad de acopiadores informales,
seguramente el país contaría con muchas menos fincas produciendo leche.
Abrir la
puerta de entrada a esas fincas y desde luego formalizar esos acopiadores
tienen infinidad de beneficios para el país ganadero.
Más de 19
millones de litros de leche se producen diariamente, de esos las 200 empresas
registradas recogen unos 8,5 millones de litros, buena parte del resto no tiene
títulos de sus fincas, tampoco acceso a créditos, no son tenidos en cuenta para
que tengan acceso a la educación ganadera continuada, ni a participar en
propuestas innovadoras, a su vez, el país no recibe los beneficios de la
inteligencia creadora de estos miles de campesinos, en aspectos tan importantes
como la generación de nuevas empresas y cooperativas, productos con valores
agregados desconocidos o rechazados por nuestra ignorancia y desde luego el
Fondo Nacional del Ganado no recibe aportes adicionales en un monto que supera
los $22 mil millones al año.
Formalizar
debe ser una de las propuestas del nuevo ministro de agricultura, apoyado por
el presidente.
Desde luego,
formalizar esos volúmenes de leche no va a traer exceso de oferta, pues esa
leche ya la consume el país.
El consumo
de carne no ha tenido el impulso que los gremios avícola y porcícola les han
dado a sus sectores; de hecho, hemos disminuido el consumo de carne y los otros
han avanzado de manera evidente en la conquista del mercado. Los frigoríficos,
han realizado importantes inversiones para poder conquistar mercados de
exportación. Pero este tema, será un segundo capítulo de la simbiosis que debe
impulsarse en la ganadería.
Mientras tanto, le proponemos al nuevo gobierno
trabajar para que el sector se una, para convertir al país en la potencia
ganadera que nunca hemos sido.
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