Una de los
karmas de Colombia, es la falta de confianza.
Para la
muestra un botón. Desde este blog ganadero hemos insistido en la importancia de
trabajar para asegurar la compra del 100% de la leche. Sin embargo, hace unos
días, conversando con algunos ganaderos, de manera rotunda uno de ellos expresó
que no creía en los industriales y que por esa razón no aceptaba la resolución
83. Es por eso que esta semana queremos referirnos a esta pandemia que se crea
o no afecta nuestro desarrollo.
La confianza
y la falta de confianza, son contagiosas. Es el caso de algunos irredentos
optimistas, que seguimos votando sin importar las heridas lacerantes que casi
todos los políticos nos generan, creer hasta en los políticos es un ejercicio
que libera y nos da un segundo aire para poder respirar esta atmósfera
enrarecida con la peor de todas las desconfianzas, la corrupción.
Exigir
confianza en una sola dirección, esto quiere decir, que crean en mí y yo no
creer en nadie, no es una propuesta equilibrada. Si no soy capaz de dar
confianza, no voy a recibir confianza. Si los ganaderos no tenemos la capacidad
de creer en alguien, nadie va a creer en nosotros. Cuando una sola idea es
admisible y no son aceptables variaciones o cuestionamientos, eso nos hace
dudar de lo bien cimentada que está la propuesta, que no puede ser debatida
abiertamente. Hacer que una idea sea aceptada, exige tiempo, perseverancia, y
confianza de todos los involucrados.
A la persona
que afirmó que no creía en la industria, le argumentamos, qué si hay alguien
que es monitoreado por las autoridades, es la industria, los primeros que no
pueden quedarle mal a la resolución son los industriales y desde luego, le
dijimos que un principio básico de la bendita palabra, es el aforismo de Lao
Tze “El que no confía, no es digno de confianza”
Muchas veces
a lo largo de estos años hemos llamado al diálogo sin resultados positivos. En
nuestro caso sospechamos que la primera razón para no dialogar es lo poco
acostumbrados que están nuestros oponentes a ser cuestionados, la segunda razón,
por considerar que Demogan es un movimiento pequeño, que no pretende manejar el
fondo nacional del ganado, tampoco demoler a palos ministros de agricultura,
apoyándolos cuando lo merezcan y oponiéndonos cuando no estemos de acuerdo y
desde luego es probable que les preocupe, no tener respuestas para la falta de
democracia que la mayoría de las instituciones presentan. La democracia, exige
generar confianza hacia quien dirige y desde luego que quien lidera confíe en la
buena fe de los ciudadanos o asociados. No es sostenible un líder que no confía
en sus liderados.
Los
ganaderos en el país, no confían en la “palabra” ICA, no la consideran una
institución, sino una palabra que maltrata. Es conveniente que ese organismo
mire hacia adentro, se cuestione, revise como va a atender no solo a los
ganaderos, sino también a las compañías que trabajan con ellos ¿Cuándo le va
compartir al país que tan controladas están las enfermedades que nos amenazan,
no solo las zoonóticas, sino las que son exclusivas de los animales? ¿Cuál es
su propuesta para despolitizarse, servir, enseñar, compartir conocimientos?
Tampoco hay
confianza en las instituciones financieras que tienen que ver con el agro, hoy,
un préstamo en los bancos, puede llegar a ser desembolsado después del plazo
máximo que el paciente empresario agrícola necesitaba. Lo mismo sucede con
Finagro, hablan de las maravillas con las que van a servir al campesino y la
pregunta que surge en cada conversación con estos héroes del campo, es: ¿usted
cree que me puede ayudar a que me agilicen el apoyo de Finagro?
Corpoica, es
de las pocas instituciones que dependen del MADR en las que la mayoría de la
gente de campo, confía.
Queremos hacer una propuesta que rompa con este
círculo sin final y sin rumbo que es la desconfianza, confiemos durante el
próximo mes, e intentemos llegar a acuerdos basados en la confianza, es
probable que salgamos más de una vez mal parados, como también es posible que
iniciemos un espiral ascendente, que sea un primer paso para regresar el agro a
buen camino.
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