domingo, 7 de febrero de 2016

Demogan LAS PATALETAS DE LA PLUTOCRACIA GREMIAL GANADERA DE FEDEGAN POR LA PERDIDA EL FNG

El 29 de diciembre de 2.015 será una fecha histórica  para  la ganadería  nacional y para  los ganaderos de la generación actual, junto con el nombre  del Ministro Aurelio Iragorri Valencia,  quien será recordado gratamente como el ejecutivo capaz, por haber tenido el valor de expedir el decreto 2537, con el cual se le puso fin al  más grande abuso con los dineros públicos del subsector de la ganadería colombiana, ejecutado por más de 20 años de una  plutocracia insoportable y soberbia.
De pataletas fueron  estos  primeros  treinta días para el señor Lafaurie,  después de expedido el decreto 2537 de diciembre 29 del 2.015 por medio del cual el estado notificó  al país que Fedegan perdió el cuestionado e ilegal privilegio que se le otorgó hace 22 años, de pretender ser el único administrador del dinero del Fondo Nacional del Ganado FNG, y como consecuencia, con suficiente poder para el  despilfarro del parafiscal que debía administrar. Despilfarrar  es el opuesto  a administrar,  que era el encargo.
El país debe tener claro que nadie le quitó el Fondo  Nacional  del Ganado FNG  a  Fedegan y menos al señor  Lafaurie,  enloquecido por esa platica, los trajinados recursos  no les pertenecen a ninguno de los dos, cosa distinta es que se consideren arrogantemente,  los dueños de lo que no les corresponde.
Dispusieron del FNG a sus anchas durante veintidós años, Fedegan se ganó esa lotería  para salir de la pobreza en que la  tenían sus federados, hasta se apropió  de manera indebida de la casa sede del Fondo Nacional del Ganado - la sede debe regresar a propiedad del Fondo-; hicieron de Fedegan  una agencia politiquera;  viajaron por el mundo con el dinero del FNG, mientras la ganadería en picada hacia abajo, desde su inventario hasta los ingresos de los ganaderos; la burocracia por nómina que montó Fedegan nos cuesta en el año $22.000 millones, más $ 38.000 millones para la sola aplicación de la vacuna; más  $5.000 millones por administración y recaudo; le tienen prestados $2.000 millones de pesos a Friogan quebrado por el mismo Fedegan; sin estar permitido firmaron para que el FNG sea  deudor solidario de la deuda de Friogan con la banca.   Ahora están desesperados porque se terminó la comodidad personal en Fedegan.
Los parafiscales existen para beneficiar al mismo sector gravado, a los aportantes, en este caso la ganadería y los ganaderos, no son para beneficio  de nadie en particular, tampoco para solucionar los problemas a ningún gremio, gremio  con nombre propio, como cree el señor Lafaurie.       
 Fedegan fundado hace más de cincuenta años, (treinta años antes que el FNG)  por y para unos muy contados intereses  patrimoniales,  cuya estructura  gremial de segundo grado, estatuido para  pago anual por  afiliación de personas jurídicas, comprando el derecho de uno  a diez delegados según su capacidad dineraria,   (setenta y seis gremios entre cooperativas, comités, asociaciones, federaciones, fondos ganaderos ya inexistentes, corporaciones, uniones de un solo miembro dueño,  sociedades, corporaciones de ferias, procesadoras de lácteos, y no más de 20 personas naturales, algunos de  éstos,  ganaderos, otros  solo honoríficos)  ni unos, ni otros son   sujetos gravados con el parafiscal.
 Los federados  a Fedegan no pagan parafiscal, pero los ganaderos que pagan el parafiscal tampoco  son afiliados, ni federados a  Fedegan por el solo hecho de pagar,  como ordena la legislación correspondiente.
 Fedegan tiene sus propios  estatutos y reglamento,  autonomía,   normas y leyes del  derecho privado, lejos de la filosofía que rige en el sistema de la parafiscalidad. Reiteradamente se niega a acatar el cambio que le impone la legislación vigente para que pueda  administrar recursos públicos como son los parafiscales. 
Carece del mínimo  estándar de democracia participativa, ni siquiera representativa, si para ser afiliado  a Fedegan es potestativo de su Junta directiva, la que depende del presidente ejecutivo que es a la hora de la verdad quien concentra el poder omnímodo. Buena parte de los miembros de junta de Fedegan tienen la condición de empleados, de las personas jurídicas que los delega.
Federación caracterizada por ser una organización plutocrática, históricamente formada  para representar y defender los intereses de clase exclusiva,  de dueños de grandes propiedades y poder político, (orgullosos de considerarse  terratenientes y latifundistas, tenedores de ganado e inversores, comerciantes de comprar y vender reses que se exhiben en los coliseos de ferias) y de la élite  de la ganadería,  burócratas que tienen tierras y ganado pero no viven de ellas son la “crema “ de  la mal llamada sociedad ganadera. El ejemplo representativo de esos ganaderos, es José Félix  Lafaurie Rivera, un burócrata politiquero dueño de tierras y ganado, pero vive de otras cosas,  del presupuesto público, soñando con la casa de Nariño,  a lo cual tiene todo el derecho de buscarla pero con su plata y no con nuestro dineritos de los ganaderos.            
En Fedegan no tienen cabida  los medianos ganaderos,  mucho menos los despreciados  pequeños, que sumados son la inmensa mayoría en Colombia, de los cuales no existe un solo afiliado a Fedegan.  Cuando a Lafaurie se le habla de afiliar a los pequeños ganaderos los despacha diciendo que Fedegan no es la  ANUC.  Pero Fedegan si recauda y gasta la plata de todos.
Fedegan se formó para oponerse a los programas de reforma agraria, a la  redistribución de tierra ociosa, al acceso al  derecho a la propiedad, apoyando  a  perpetuidad  un  país de labriegos analfabetas,  jornaleros, mal pagados,  y en este estado permanecerá para siempre, todo este pasado puede ser lícito y puede seguir en su propósito pero con la plata de sus afiliados, con su patrimonio, con su presupuesto.
Puede defender las causas que se le ocurran, convertirse en el fortín político como es hoy,  utilizarlo como plataforma para lanzar personajes al congreso, a la presidencia, pero no con la plata de los gravados del FNG del parafiscal. Nadie puede obligar a Fedegan a ser democrática, ni demócrata, pero no con  nuestra plata.
Los gremios de la producción como deben ser los de la ganadería, no pueden ser fortín de ningún partido político, quien quiera hacer política debe hacerlo desde fuera y con sus recursos.
Fedegan fue un operador, un contratista del estado que manejó con ligereza   los recursos públicos,   sus  pobres resultados de  gestión lo señalan,  esa es la razón por la cual perdió el derecho a la contratación pública, no es solamente la pérdida del FNG.
Los ganaderos gravados con el parafiscal condenamos el sectarismo politiquero con intereses personales del Presidente  de  Fedegan, solamente por el hecho de portar la condición de administrador de nuestros recursos.
El vínculo de Fedegan es de operador mediante  contrato,  le pagan por el recaudo y la administración, el 5% del valor, pero ahora encontramos que del dinero del FNG, destinan un poco más del 25% del total anual, con destino al pago de la nómina  la que representa unos 22 mil millones por año, o sea que el parafiscal queda reducido a administración y nómina 30%; aftosa 50%; el costo de los Friogan que todos los años tuvieron pérdida, nunca cumplieron la misión de intervenir en el mercado para bien de los ganaderos y la ganadería.
El vocero de Fedegan  señor JFLR, está en mora de responder sobre los asuntos que se le señalan, en vez de perder el tiempo y los estribos  argumentado inventos que nada tienen que ver con el tema de la parafiscalidad, que es lo de resolver, lo de responder.  El ejercicio del cargo de administrador del FNG lo  desempeñó  de manera ilegítima, al evadir su responsabilidad evitando ser el representante legal pero sí el ordenador del gasto, que le diga al país por que retiró la representación legal ante el contrato del FNG, para delegarla en su secretario.
AMBIGUEDAD JUGOSA
Fedegan administró la parafiscalidad  a su conveniencia, sin control alguno, en una ambigüedad sinvergüenza, con descaro  y con el  mayor cinismo institucional, al proyectar la imagen del administrador como si  fuera el benefactor de los servicios, al tiempo que la imagen y el nombre del FNG no aparecía, o si acaso un pequeño logo escondido que no indicaba nada, para hacer creer que era Fedegan y no el Fondo quien daba los servicios en las ferias, los cursos, los seminarios, la Vacunación, los frigoríficos;  fue a partir del ministerio de Juan Camilo Restrepo que exigió  aclaración que no era Fedegan sino  el  Fondo.
La casa de propiedad del FNG,  que  Fedegan administraba,  pasó a los inventarios del patrimonio de Fedegan  por un valor vil, amortiguado amañadamente por el canon  de arrendamiento que el FNG pasó a pagar a Fedegan. Esta situación no puede ser aceptada, la casa debe ser devuelta a la propiedad del FNG.
Fedegan perdió la facultad de contratación  con el estado, no solamente por la vergonzosa quiebra de los frigoríficos, la perdió además por los pésimos resultados en los más de veinte  años de gestión. El flaco argumento que exhiben, respecto a la alta calificación de la CGR, no es cierta, se refiere a la ejecución presupuestal no a los resultados de gestión.

Con los hechos comentados y las medidas tomadas por el gobierno, se abre una nueva etapa para la ganadería, no obstante confiar en el buen manejo que se le dé en el futuro, los ganaderos debemos estar atentos a que los cambios redunden en beneficio de la ganadería y los ganaderos, a lo cual estaremos prestos a colaborar y vigilantes de manera independiente, sin importar quien administre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario