domingo, 28 de noviembre de 2021

Demogan Invitamos al ICA a mejorar su servicio a los ganaderos

Esta semana nos invitaron a los departamentos de Cesar y Bolívar a compartir experiencias con algunos ganaderos.

El punto de encuentro fue la subasta de Aguachica, Cesar, que dirige SUGABERRIO.

Allí tuvimos oportunidad de escuchar a varios ganaderos que se quejaban por el pobre servicio que presta el ICA, los puestos de control y en muchas oportunidades los conductores de los camiones en la coordinación de las guías de los ganaderos, que transportan ganados y que por esa razón recorren hasta 400 kilómetros pasando varios retenes para llegar a los diferentes mercados.

A uno de ellos, le exigieron regresarse 70 kilómetros por un documento. 140 kilómetros adicionales de recorrido, lo asume el ganadero. Suena Kafkiano o si lo prefieren trágicamente absurdo.

Alguno de los allí reunidos, le sugirió que demandara al instituto, otro le arrebató la palabra para narrar sus historias de dolor con el ICA, alguien más recordó que en las instalaciones que esa organización tiene en Aguachica, tienen equipos de laboratorio inmovilizados desde hacía más de cinco años por falta de reactivos.

Nosotros solo atinamos a preguntar si alguno había logrado valorizar el costo que le generaba a la gente de campo esa vergonzosa ineficiencia. En nuestra charla habíamos compartido un dato de la Fundación Libertad “horas perdidas al año de las PYMES por cuenta de la burocracia”, resulta que, en Colombia, perdemos 480 horas al año. Eso son 60 días. ¿Quién puede reponerles a los ganaderos ese tiempo?

Nuestras empresas agrícolas no tienen la gente para hacer colas en: Alcaldías, oficinas departamentales, DIAN, ICA, bancos, CARS y tantas entidades creadas inicialmente para servir asemejándose a un hermoso muñeco de cera, para finalmente desfigurarse y terminar pareciéndose a un monstruo de plastilina.

El cálculo apresurado que hicimos del costo adicional para esta empresa ganadera es dramático, pues además de los viáticos, fletes etc. el ganado perdió más peso del presupuestado, estrés de los animales, que pasaron de ser dóciles a un agite innecesario y la decisión de los dueños de no volver a asistir a este tipo de eventos, todo eso sobrepasa los $5 millones. ¿Tiene sentido? Creemos que no.

No podemos aceptar que esto suceda. Lo triste es que nuestra denuncia lo más probable es que no tenga respuesta, pues la ineficiencia se escuda tras funcionarios ineficientes, que por instinto de conservación no sancionan para evitar ser sancionados.      

La atención del ICA en la Isla de Morales, Bolívar, es más grave aún. Esas 133.800 hectáreas, son la mejor tierra de Colombia, asolada por la inseguridad y en ocasiones por los funcionarios.

De acuerdo con la información de los ganaderos de Morales, la segunda al mando del ICA en la isla, doña Glorides Díaz (a quien no conocemos; este es el reconocimiento de los ganaderos), es una servidora eficaz, eficiente y amable. Es nuestra costumbre mencionar a funcionarios que se la juegan por los finqueros, sea esta una nueva oportunidad para hacerlo por esta dama que debe ser premiada por su vocación de servicio. Sin embargo, hay personas que no prestan la asistencia con el profesionalismo que demanda el cargo. Invitamos a que las oficinas centrales del instituto verifiquen esta información, nosotros somos apenas portadores y nos preocupa sobre manera que le adicionen dificultades a quienes trabajan en tantas regiones de la patria, sin el respaldo profesional de quienes deben darlo.  

Las circunstancias políticas del país exigen muchas veces a los directores contratar recomendados políticos sin el conocimiento ni la pasión por lo que hacen, esta práctica es malvada, pues siempre termina pagando el usuario que paga con sus impuestos los salarios.

El campo necesita organizaciones eficientes, centradas no en aumentar las dificultades que ya tienen todos los que trabajan de sol a sol, sino en mejorar la vida de quienes hacen las cosas bien que son la mayoría.

El servicio, la investigación y la eficiencia deben ser razón de ser no solo del ICA sino de todos los entes de apoyo a los ganaderos, si se logra vamos a mejorar nuestra frágil competitividad.